En la era digital las imágenes se han reducido a un archivo que almacena información acerca del color de cada punto en forma de números. Y estos números pueden ser fácilmente modificados con ayuda de programas de dibujo, procesamiento y retoque de imágenes.
De hecho, hoy en día es difícil fiarse de una imagen "real", pues sabemos que estas son fácilmente modificables y que el mundo de la publicidad o del arte hace uso de todo tipo de retoques y alteraciones de las imágenes originales con tan alta calidad que son capaces de engañarnos y hacer pasar por reales escenas totalmente artificiales o modificadas.
Simultáneamente la evolución tecnológica ha ido avanzando en calidad fotográfica (mas colores, mas resolución) y en técnica (menor tamaño, menor consumo, mayor sensibilidad, mas portabilidad).